Algunos especialistas son partidarios de cambiar el método tradicional de aprendizaje de la lectoescritura, respetando el ritmo de madurez de cada niño.
Los expertos aconsejan comenzar la lectoescritura no antes de los 6 años. Sin embargo, cada menor tiene su ritmo y necesidades. Según Natalia García Campos y el Dr. Javier Quintero, del centro de Psicología y Psiquiatría del niño Psikids, los tiempos no los marcan los menores, sino los sistemas educativos. Pero realmente no es necesario iniciar Primaria sabiendo leer y escribir, es más, en Finlandia, por ejemplo, esperan a iniciar esos aprendizajes básicos cuando estén preparados para hacerlo.
¿Qué pasa si obligamos a los niños a iniciarse en la lectoescritura?
1. Los condicionamos de manera negativa frente a estas tareas
Generando en ellos frustración, incluso rechazo hacia estas actividades, que deberían experimentar como apasionantes, ya que les abren muchas puertas al mundo exterior.2. Puede derivar en malos comportamientos
Con frecuencia es habitual encontrarse niños de Primaria, incluso de Secundaria, que lastran un mal aprendizaje de la lectoescritura, tal y como afirman desde Psikids, esto les hace tener mala actitud frente a los sucesivos contenidos curriculares, lo que afecta a su autoestima y les genera estrés, ya que se sienten sobreexigidos la mayor parte del tiempo. Cuando hacemos un recorrido longitudinal, estas dificultades se remontan, con frecuencia, hasta la adquisición de estas habilidades académicas.3. Les genera ansiedad y bloqueos
Los niños asimilan contenidos, basándonos en los conocimientos adquiridos con anterioridad. De esta forma, se estimulan conexiones cerebrales que les van permitiendo adecuarse al aumento de la dificultad de los contenidos que estudian. La manera adecuada de anclar contenidos es sobre una base sólida, si no se estará realizando un aprendizaje inconsistente, que además implicará un exceso de esfuerzo por parte del alumno, ansiedad, incluso bloqueos. Pero en todo esto hay una buena noticia: todos los niños terminarán aprendiendo a leer y a escribir con la estimulación adecuada, y si además respetamos sus tiempos lo harán de una manera positiva y compacta. Por esto es importante adaptarse a las características de cada menor para poder estimularle acorde a sus necesidades, a la vez que se tienen en cuenta variables individuales, porque si bien, un niño no puede caminar si no está preparado para hacerlo. Tampoco lo hará si le tenemos sentado en su silla de paseo, atado, sin permitirle primero gatear, e ir progresivamente tomando conciencia de su propio cuerpo, desarrollando su equilibrio, su coordinación, y todos aquellos factores que entran en juego. [caption id="attachment_349623" align="aligncenter" width="700"]