Cuándo llevar a los niños a una exposición
A partir de los 3 años se producen grandes cambios en sus logros ya sea en sus movimientos, destrezas con las manos y los dedos, el lenguaje o en sus habilidades sociales. Los niños suelen ser más independientes y cada vez tienen más inventiva en juegos de fantasía. En Fundación MAPFRE el Gabinete Pedagógico ha orientado las actividades en dos grupos: uno para los niños de 3 a 6 años y otro para los que tienen entre 7 y 12. Todos aquellos que quieran asistir, exceptuando los adolescentes, tendrán que ir acompañados de un adulto.Consejos prácticos para elegir exposiciones para la familia
No solo podemos llevarles a una galería relacionada con el arte o la ciencia sino también a museos temáticos interesantes. Lo importante es que la materia no sea muy complicada para ellos, para que, así, disfruten y puedan desarrollar su imaginación y creatividad. También hay que intentar que las visitas sean atractivas y que duren como máximo una hora, aunque si son mayores de 7 años pueden acudir a alguna más larga. Os damos otros consejos para que la actividad sea un éxito.1. Ten en cuenta su edad
Es cierto que aunque pueden entrar en todos los museos, su capacidad de atención no siempre es la misma. Los menores de 7 años necesitan exposiciones cortas e interesantes para no aburrirse en ningún momento y adaptadas a su lenguaje y comprensión.2. Cuidado con los más pequeños
Si vamos a hacer una visita con un bebé, debemos tener en cuenta sus necesidades. Es posible que precisemos de una zona de lactancia o de un cambiador. También se puede poner nervioso o llorar y molestaremos al resto de personas. Además, cuando comienzan a caminar suelen ser demasiado inquietos y resulta complicado mantenerlos en silencio. Lo mejor es acudir solo a galerías planificadas específicamente para ellos.3. De 3 a 7 años
Durante este periodo estas actividades son toda una aventura. Por ejemplo, aquellas que implican la experimentación con los cinco sentidos. Nuestros hijos relacionarán cada uno de los mismos con las diferentes partes del cuerpo a través de los olores, los colores o las sensaciones táctiles. Les encantan las que tratan sobre ciencia o experimentos. Y si tiene un taller divertido, seguro que aprenderán de forma dinámica.
4. Busca nuevos retos
Si ves que disfrutan con estas salidas, propón nuevas alternativas. Repetir alguna que ya han visto no suele ser una buena idea. La segunda vez puede resultarles aburrido. Igual que tenemos que determinar cuándo llevar a los niños a una exposición, hay que pensar en la más apropiada. Lo mejor es buscar nuevas en las que puedan aprender más. Y según vayan creciendo también debemos elegir unas más complejas y adaptadas a sus gustos.
5. Una decisión conjunta
Podemos hacer un listado con todas las que nos parezcan interesantes y queramos acudir. Después tendremos que hacer una votación para optar entre varias opciones. Hay que hacerles sentir que participan en las decisiones y que se tiene en cuenta su criterio.6. Implícate en la actividad
Si queremos que disfruten, deben sentir que nos emociona participar con ellos. Tenemos que ser cómplices de sus aventuras y preguntas, sus incógnitas o sus comentarios. ¡Será mucho más enriquecedor para todos si lo sienten como un juego divertido!
Ahora que ya sabes cuándo llevar a los niños a una exposición, te recomendamos conocer el Espacio Miró y os adentréis, en familia, en el universo de este artista que influyó poderosamente en la pintura de mediados de siglo. Un total de 65 obras en las que están presentes los símbolos que las caracterizan: estrellas, soles, lunas, pájaros y formas femeninas. Puedes visitarla en Fundación MAPFRE, Sala Recoletos (Pº Recoletos, 23, Madrid).
Ofrecido por Fundación MAPFRE

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