¿Es la crisis de los 40 un mito o realmente ocurre algo a esa edad que hace que las mujeres atravesemos por un periodo de cierto desequilibrio? Ana Asensio, psicóloga, doctora en neurociencia, psicoterapeuta e investigadora, responde aquí a esa pregunta, analiza a fondo los motivos y nos ofrece herramientas para superar los obstáculos. El cuerpo de la mujer sufre diversos cambios químicos significativos en esta etapa. Sí, es cierto, no es la única, también sucede en la pubertad y en los embarazos. Pero hay diferencias sustanciales. Los adolescentes no poseen tanta consciencia madurativa (apenas tienen responsabilidades y en ese momento sienten que cuentan con todo el tiempo del mundo) y en las embarazadas existe una causa evidente que explica lo que les sucede, saben que es algo temporal y, además, motivo de una gran felicidad. Entonces, ¿qué ocurre a los 40, que parece un punto de inflexión, especialmente en las mujeres? https://youtu.be/J3v1dEFVwxQ

Saber lo que nos va a pasar a los 40 ayuda

1. Cuestión de química

La mujer vive grandes cambios hormonales que le afectan tanto física como mentalmente, algo que debemos normalizar.

2. Aparece la sensación de que antes todo era mejor

Puede que dediques bastante tiempo a repasar mentalmente tu vida de antes, incluso, que idealices ese momento de la juventud en el que las decisiones parecían no ser de tanto calado. Pero recuerda que esto es solo una mirada 'distorsionada' de un anhelo que trae consigo la asimilación de tu actual etapa.

3. Sentir que hemos alcanzado todo lo que podíamos lograr

Si percibimos un estancamiento laboral, familiar o económico, y pensamos que ya nada se puede hacer al respecto, nos afectará emocionalmente. Sin embargo, no hay que olvidar que uno siempre tiene la posibilidad de conectar con propósitos y proyectos, y que nos quedan muchas fases preciosas por vivir.

4. En el paso de los 30 a los 40 vemos las cosas de otro color

Vemos los 30 con ilusión, con ganas de desarrollarnos profesionalmente, viajar por el mundo, vivir en pareja o crear una familia, y, de repente, a los 40, en ocasiones nos encontramos con que no todo es tan bonito: los hijos nos agotan o una vida laboral estancada por las decisiones ligadas a la maternidad u otros factores nos llevan a una cierta negatividad. En casos como estos, conviene mantener la calma, analizar con frialdad y distancia lo elegido y, desde lo que tenemos, es decir, lo que un día construimos con tantas ganas, comenzar a emocionarnos de nuevo con la vida.

5. El peso de la educación y la impresión de haber perdido oportunidades

Otro bache común a esta edad es el de sentir que no hicimos buenas elecciones. Nuestra educación, muy orientada a ser profesionales, nos lleva a dejar ciertos intereses de lado. Por ejemplo, unas veces sucede que conectamos con el reloj biológico y, o bien formamos una familia, o bien no damos el paso porque no hemos encontrado a la persona con la que tener hijos, o porque no se dan las circunstancias favorables para ello; otras no, así que posponemos la maternidad si es que sentimos la necesidad de reproducirnos más adelante. Pero no conduce a ningún sitio centrarse en lo que decidimos en el pasado, eso ya no importa. Hay que pensar en construir a partir de lo que tenemos en el presente, porque solo en él podemos intervenir.

6. ¿Esto qué es?

Hablamos de las preguntas sobre los cambios físicos (los "yo nunca...") relacionados con el peso, los dolores, el estrés y el insomnio. La piel está más flácida, aparecen las primeras arrugas y te encuentras con los primeros achaques, en los que no te reconoces porque “yo nunca…”. Todo ello es natural en esta nueva fase. Y, por supuesto, ahora tienes más experiencia y seguridad. Practica el autocuidado como algo vital: este es el momento de mimarte a otro nivel y de atender a lo que no cuidaste durante los 20 y los 30. [caption id="attachment_263902" align="aligncenter" width="1200"] Cuídate y haz aquello que te hace sentir bien | Fuente: Canva[/caption]

7. El peso del cansancio y la responsabilidad

Tenemos tanto que conciliar (la responsabilidad económica y laboral, la maternidad y la vida personal) que parece no haber suficiente tiempo en una sola vida para atender a todo. Así que sí, cualquiera puede venirse abajo al sentir que le falta la vitalidad de antes y le abruma la presión de estar siempre a la altura. El objetivo es tratar de delegar, descansar y permitirse no ser una supermujer.

8. El aburrimiento y la rutina

Caer en rutina y aburrimiento es otra consecuencia bastante común, particularmente con la pareja. Parece que, llegada esta edad, ya lo sabemos todo de ella y creemos que ya no puede sorprendernos. Pero de nuevo estamos ante una visión de las cosas que no es real, y la tenemos a causa de nuestro bajo estado emocional. Lo cierto es que las personas no paran de crecer y aquellas que se quieren, pero sobre todo las que quieren quererse, están llenas de oportunidades de revitalizarse. Además, resulta vital saber que hay que desear estar bien en pareja. Sí, porque, cuando el enamoramiento y la química de los primeros años se ha trasformado en algo más maduro y real, es de los mejores regalos que da la vida si aprendemos a vivirlo. [caption id="attachment_263903" align="aligncenter" width="1200"] Sigue habiendo un montón de posibilidades para revitalizar la pareja | Fuente: Canva[/caption]

9. Llegó la hora de las preguntas existenciales

¿Quién soy? ¿Hacia dónde me dirijo? ¿Lo que hago me gusta? ¿Qué es lo que realmente quiero? Puede que procuremos evitar estas preguntas porque preferimos ser más ligeras, más fuertes, seguir haciendo deporte igual que antes, trabajar, educar o estar bellísimas. Pero lo que verdaderamente prima es si somos felices de verdad. "¿Soy feliz?" Esa es la gran cuestión que empieza a surgir. Seamos conscientes de que la fortaleza nace del reconocimiento de la vulnerabilidad, esto es, hay que aceptar lo que somos y las limitaciones que tenemos para poder centrarnos en ser felices. Saber decir adiós a un momento de nuestra vida para entrar en el siguiente y no olvidar que, como todas las etapas, la actual también pasará.

Haz uso de tus mejores aliados para superar la crisis de los 40

[caption id="attachment_263905" align="aligncenter" width="1200"] Seguro que encuentras motivos y recursos para estar bien | Fuente: Canva[/caption]

• Sé amable contigo, procura mantener la calma y busca apoyo en los momentos de crisis.
• Trabaja en la aceptación para seguir adelante.
• Practica el crecimiento personal, que te ayudará a responder esas cuestiones más existenciales, así como a descubrir tu misión o propósito de vida.
• Mira con perspectiva, te queda mucho por vivir y hacer.

Por último, valora si necesitas ayuda médica o psicológica: no pasa nada porque nos den un empujoncito de energía para superar este periodo. Y recuerda: somos, básicamente, el resultado de nuestra química y nuestra actitud.