Ya estamos en la época en la que los niños y adolescentes combaten el calor con chapuzones en las
piscinas,
playas, ríos o cualquier lugar donde puedan sumergirse y rebajar la temperatura de su cuerpo. Pero hay que tener en cuenta que
la humedad es un caldo de cultivo excelente para todo tipo de microorganismos, por lo que, para evitar riesgos de infecciones en los pies, conviene tomar algunas precauciones.
Ir siempre descalzo, en continuo contacto con el suelo —de duchas compartidas, piscinas o vestuarios—, aumenta las posibilidades de contagio de cualquier patógeno presente en las superficies por las que pisan los niños. Los
virus, parásitos, bacterias, hongos o levaduras se desarrollan particularmente bien en ambientes húmedos y cálidos, característicos de estos entornos. Así pues, es un medio magnífico para la proliferación de todos ellos. A continuación, repasaremos cuáles son los mayores peligros y qué podemos hacer para prevenirlos.
¿Cuáles son las más comunes?
1. Onicomicosis
Se trata de infecciones en las uñas de los pies provocadas por hongos dermatofitos como el
Trichophyton rubrum y el
Trichophyton mentagrophytes, levaduras como la
Candida albicans y hongos filamentosos no dermatofitos como el
Fusarium spp.
La onicomicosis se produce por la humedad excesiva y continuada. Normalmente, la invasión empieza en la uña del dedo gordo y se extiende rápidamente por los demás. No solo se trata de alteraciones estéticas, sino que pueden ocasionar dolor crónico.
Esos cambios de los que hablamos se refieren al aspecto morfológico de las uñas. Por un lado, en el color, pues
se pueden volver amarillas, blanquecinas e incluso marrones. Y, por otro, se manifiesta un engrosamiento, una deformidad y una descamación. También puede existir picor y en casos más graves, dolor.
2. Pie de atleta
Lo desencadenan unos hongos, como consecuencia de andar descalzos por superficies húmedas.
Es de las más comunes en los niños y, sobre todo, en los que realizan algún tipo de deporte.
Se caracteriza por un
enrojecimiento de las plantas de los pies con sensación de escozor y picor, piel seca y con descamación. También provoca la aparición de fisuras muy dolorosas, sobre todo entre los dedos.
3. Queratolisis punctata
Esta infección la producen bacterias como la
Kytococcus sedentarius, la
Dermatophilus congolensis y la
Corynebacterium spp, todas grampositivas. Afecta sobre todo a la planta de los pies, en su capa más superficial, la epidermis, con
lesiones características en forma de cráter que despiden mal olor. Es muy usual entre quienes van descalzos en zonas cálidas y húmedas.
4. Papiloma o verrugas plantares
El papiloma es otra de las infecciones de los pies más frecuentes y la ocasiona el virus del papiloma humano (VPH), que provoca
un crecimiento anormal de la piel en determinados puntos, que sobresalen en forma de verruga.
Los signos y síntomas más comunes son:
- Un crecimiento (proliferación) pequeño y carnoso en la parte inferior del pie, generalmente en la base de los dedos y en el antepié o en el talón.
- Puntitos negros, comúnmente llamados semillas de verruga, pero que, en realidad, son pequeños vasos sanguíneos coagulados.
- Una lesión que interrumpe las líneas y los surcos normales de la piel de la zona.
- Dolor y sensibilidad cuando caminas o estás de pie.
Consejos para prevenir las infecciones en los pies
1. Proteger las plantas de los pies
Lo más importante es
evitar lo máximo posible ir descalzo, aunque creamos que las superficies están limpias y desinfectadas. Conviene utilizar siempre calzado de baño y limpiarlo a menudo con desinfectantes. Y no intercambiarlo con
otros niños.
2. Alejarlos de la humedad
Una vez finalizado el baño o la ducha,
hay que secar bien los pies para que la humedad no se mantenga.
Como podemos observar, en verano hay que llevar mucho cuidado para prevenir cualquiera de estas infecciones en los pies.
El mejor tratamiento siempre es el que se puede evitar. Y si hubiera cualquier sospecha de alguna anomalía, es recomendable acudir al podólogo para que pueda anticiparse o, en caso necesario, tratarla cuanto antes. Solo así impediremos que una de estas patologías acabe con la diversión de las vacaciones.
Esperamos que este artículo guíe a los padres y consiga aclarar este asunto. Y que sea una ayuda para conocer y detectar las posibles infecciones que pueden sufrir los pies de sus hijos este verano.