Criar a bebés de alta demanda es, por su exigencia e hipersensibilidad, un desafío inmenso para los padres. Desde etapas muy tempranas, su continuo descontento manifestado a través del llanto hace que resulte tremendamente difícil ayudarles a alcanzar el sosiego y la calma. Por suerte, existen herramientas y estrategias que, si bien no bastan para erradicarla, pueden ayudar a atenuar dicha dinámica.
Antes de nada, es importante saber detectar si los berrinches de nuestro hijo se deben a este u otros motivos. Y es que el llanto excesivo no tiene por qué indicar necesariamente que un niño padezca el mencionado inconveniente, puesto que otros motivos como las malas digestiones o los distintos grados de susceptibilidad pueden llevarnos a la confusión.
Al no tratarse de ningún tipo de enfermedad, en muchas ocasiones se antoja complicado identificar los casos de bebés de alta demanda. No obstante, conocer los rasgos que más se repiten puede ayudarnos a determinarlo. La enfermera de neonatología Carissa Stephens detalla, en una colaboración para la revista Healthline Parenthood, las características más frecuentes en estas situaciones:
1. Duermen menos de lo normal
Una de las peculiaridades tiene que ver con los periodos de descanso insuficientes. Como indica la Sociedad Española de Sueño, hasta los 3 meses de edad es recomendable dormir entre 14 y 17 horas al día y, desde los 4 a los 11 meses, entre 12 y 15. Todo lo que esté por debajo, podría significar que nuestro hijo se encuentra entre los casos que nos ocupan.
2. Desarrollan una ansiedad excesiva al ser separados de los padres
El desasosiego cuando no están cerca las figuras paternas resulta completamente normal, en especial desde los 6 a los 12 meses. Sin embargo, en la mayor parte de las ocasiones, los niños se acostumbran a otros adultos, como un familiar o un cuidador, y terminan sintiéndose seguros siempre que se satisfagan sus necesidades.
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Cuando hablamos de bebés de alta demanda, la cosa no es tan sencilla. Algunas veces ni siquiera tienen suficiente con sentir cerca a cualquiera de los referentes paternos, si no que incluso priorizan entre uno de los dos. Este apego excesivo les lleva a exteriorizar su frustración si esa persona se aparta de su lado, momentos en los que se incluyen los periodos de descanso.
3. Parecen incapaces de relajarse en ningún momento
La hiperactividad es otra constante en estos supuestos, tan pronunciada que les impide entretenerse con cualquier cosa. Siempre se están moviendo, exigiendo que les acerquemos objetos para que los toquen y parecen incapaces de tranquilizarse con acciones tan efectivas, en otros casos, como chupar un chupete o escuchar música relajante. Los modos más efectivos de aplacar ese temperamento, afirma Stephens, suelen pasar por el consuelo de los padres o incluso por patrones de amamantamiento con los que se sienten cómodos y nada tienen que ver con la alimentación.
4. Son extremadamente sensibles al tacto
Ya sea para lo bueno o para lo malo, los bebés de alta demanda acostumbran a reaccionar de manera especialmente sensible cuando son tocados. Unos poseen la necesidad de sentir el tacto de los adultos en todo momento y otros, al contrario, reaccionan negativamente si se les abraza o se les envuelve en ropa para abrigarles.
5. Rechazan otros estímulos externos
Un rechazo similar puede producirse cuando reciben la más mínima estimulación visual o auditiva. Mientras que otros niños son capaces de dormir con la radio o la televisión encendida, no es raro que, en estas situaciones, un leve destello de luz o un sonido que no esperen desemboque en un berrinche. Es probable que existan, no obstante, determinados impulsos que no les resulten desagradables y que haríamos bien en utilizar, una vez demos con ellos, para tranquilizarles.
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6. Les cuesta seguir las rutinas
Normalmente, interiorizar unas rutinas diarias durante el primer año de vida no conlleva grandes dificultades. De hecho, supone un factor relevante para reducir el estrés de los niños, aunque con los bebés de alta demanda esas sencillas pautas pueden convertirse en una ardua tarea debido a su imprevisibilidad.
7. Se agobian demasiado en espacios reducidos
Los espacios poco amplios como los coches tampoco son fruto de su devoción habitualmente. Hasta el trayecto más breve puede convertirse en una pesadilla. Para hacer la situación más llevadera, podemos aumentar su distancia con los asientos y, sobre todo, recurrir a estímulos, seguramente pocos, que sepamos que les calman.
8. Nunca parecen satisfechos
Los padres que han criado a bebés de alta demanda saben bien lo que es sentirse abrumados, agotados, frustrados y hasta incapaces. El hecho de que estos niños nunca parezcan felices ni satisfechos por nada, les lleva a cuestionar su propia valía como progenitores. Si os sentís identificados, debéis saber que la culpa no es vuestra, puesto que no es posible cambiar el temperamento o la personalidad de estos niños. Los mejores aliados para afrontar tal panorama son la calma, la paciencia y la constancia. La buena noticia es que, aproximadamente a partir del año de vida, todas esas experiencias desagradables empezarán a difuminarse.
Basándose en su propia experiencia y con el fin de ayudar a otras familias a afrontar las posibles complicaciones derivadas de la maternidad o paternidad, Sonia Martos, madre de dos niños de 12 y 3 años (ambos fueron bebés de alta demanda) ha publicado Nenúfar, un cuento que nos enseña la elección que hacen los bebés de sus padres desde el lugar en el que están antes de nacer.
Nenúfar
Autora: Sonia Martos Hernández
Ilustradora: Pilar Molina Vallejo
Nenúfar es un cuento para tomar conciencia de que todo lo que nos ha pasado desde que nuestro bebé nació, es justo lo que tenía que ocurrir. Los niños eligen a sus padres porque saben que están preparados para todo aquello que vaya a acontecer en sus vidas. Muchos niños nacen prematuros y son unos luchadores, como el caso de Nenúfar, otros cuantos pasan por momentos difíciles, desafíos o enfermedades que nos cuesta asimilar, pero hemos de saber y ser conscientes de que nos han elegido porque somos perfectos para ellos.
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