Los bebés
reborn o muñecos hiperrealistas se hacen de vinilo o silicona y
simulan un bebé real. Llevan ya un tiempo muy de moda entre los niños, aunque también entre los adultos, pues el coleccionismo es uno de sus propósitos. Pero no el único. Hay personas que se entretienen cuidándolos, vistiéndolos, bañándolos, comprándoles ropa o incluso sacándolos de paseo. Como vemos, adquirir un bebé
reborn puede ir ligado a diferentes fines. Pero ¿son todos los usos igual de saludables? Nos lo aclara
Úrsula Perona, psicóloga infantil.
Ventajas educativas y terapéuticas de tener un bebé reborn
La utilización de estos bebés con nuestros hijos es lo más común, pues, a través de un
juego simbólico, se
fomentan ciertas habilidades.
Los niños tienden a imitar la forma en que los adultos cuidan a sus bebés, algo que aumenta la capacidad de pensamiento relacionada con las necesidades de otros, así como la empatía. Por otro lado, se promueve también el aprendizaje motor fino al vestir y desvestir al bebé
reborn, abrir y cerrar cremalleras o botones, o al poner y quitar pañales. Sería como con cualquier otro muñeco, solo que este es más realista.
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El juego simbólico tiene muchos beneficios para los niños | Fuente: Canva[/caption]
Lo que no suele ser tan conocido es la utilidad terapéutica de estos muñecos. Un estudio realizado en una residencia de ancianos avala que el bebé
reborn puede tener una
misión curativa con enfermos de alzhéimer. Se ha visto que su realismo fomenta la necesidad de cuidarlo, acariciarlo y acunarlo, lo que
transmite paz y tranquilidad a los pacientes, y ayuda a disminuir cuadros de angustia, ansiedad o depresión.
Asimismo, el bebé
reborn se utiliza también en terapia psicológica para casos muy específicos y siempre como medida temporal. Supone una ayuda, por ejemplo, en
situaciones de desajuste mental debido a la pérdida de un hijo. Los afectados atraviesan así parte de su proceso de duelo, entendiendo qué les ha sucedido y cómo esto los está influenciando en el presente.
Inconvenientes de su uso
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El uso terapéutico debe estar supervisado por un especialista | Fuente: Canva[/caption]
Pero ¿qué ocurre cuando se utiliza este tipo de muñecos fuera de una terapia psicológica? Siempre que no haya ningún déficit afectivo o dificultad emocional y que el bebé
reborn se adquiera para que los niños jueguen, con fines de coleccionista o como hobby, su uso no tiene por qué presentar ningún tipo de inconveniente. No obstante, existen casos en los que las razones de su utilización nada tienen que ver con las anteriores.
Hay mujeres que no pueden quedarse embarazadas, que han sufrido un aborto o que han perdido a un hijo, y que
evitan enfrentarse a los sentimientos de dolor y tristeza que ello supone con un bebé
reborn.
También están los casos de madres en pleno síndrome del nido vacío (es decir, que se sienten solas porque sus hijos son mayores, hacen sus vidas y abandonan el domicilio familiar) que recurren a los
reborn para tapar el vacío y la soledad. Y les ponen
, por ejemplo, la ropa que les recuerda a sus hijos cuando eran bebés o siguen con el muñeco la misma rutina que realizaban con ellos.
Si familiares o amigos detectan en alguien cercano este tipo de uso con un bebé
reborn, sería recomendable consultar con un psicólogo.
Probablemente, el muñeco está ocultando problemas psicológicos que requieren terapia.
Parece que jugar con muñecas ya no es exclusivo de la infancia. La utilización del bebé
reborn puede ser beneficiosa y terapéutica siempre que se haga bajo la supervisión de un especialista.