Cómo interpretar las notas
Es posible que los profesores de tu hijo te hayan explicado cómo evalúan, pero si no es así puedes informarte en la página web del colegio qué aspectos se tienen más en cuenta, investigar si han cambiado los criterios de evaluación o preguntar a otros padres. Si las notas finales no llevan la información del resto del año, saca las notas de los otros trimestres y mira a ver qué ha cambiado. A veces un 5 o un 6 puede ser bueno si lo que había antes era un suspenso. Recuerda que cualquier mejora debe ser reconocida, pues a tu hijo le habrá supuesto un esfuerzo. Presta más atención a los comentarios de los profesores que a las propias calificaciones. A lo mejor tu hijo no ha aprendido todo lo que debería durante el curso, pero tiene competencias que no se evalúan o tiene las más importantes. Mirando las notas también puedes intentar identificar qué asignaturas dan problemas a tu hijo y cuáles se le dan bien.Cómo responder
Empieza alabando los aspectos positivos del boletín. Felicítale, no solo por los sobresalientes, sino por conseguir mejores notas en asignaturas en las que tiene dificultades. Si ha mejorado en algo, dile que estás orgulloso por su esfuerzo, tiene que saber que aprecias lo que hace. Habla con él sobre sus éxitos e intenta que te diga cómo consiguió una buena nota. Pregúntale también de qué calificación se siente más orgulloso y por qué. Aunque a veces es más fácil preguntar "¿qué fue mal?" mirando una mala nota, puede ser más útil preguntar "¿qué fue bien?" para ver si ese éxito se puede trasladar a áreas más difíciles.Tu hijo debe saber que estás orgulloso de él y de su esfuerzo por mejorarCuando hables con tu hijo sobre las notas, no grites o le culpes. Enfócate en la clase, pregúntale si la encontró difícil, si no prestó atención o si el profesor iba muy rápido, por ejemplo. Si te responde que se aburría o que odiaba la materia, existe la posibilidad de que la encontrara demasiado fácil. Pídele que te explique por qué no le gustaba, a ver si consigues identificar la causa del conflicto. Si es porque no le encuentra utilidad, intenta buscar la relación entre las asignaturas que no le gustan y otros ámbitos que le diviertan en los que se pueda aplicar (por ejemplo, las matemáticas con los videojuegos o las compras). Pregúntale sobre los deberes, si tenía tiempo para completarlos o si las actividades extraescolares le quitaban tiempo de estudio. Si estaba distraído a la hora de hacerlos, intenta averiguar por qué. A lo mejor es porque no tiene un lugar específico en casa para hacerlos. Si es así, es el momento de hacer un proyecto juntos y crear una zona de estudio durante el verano para afrontar bien preparados el curso que viene.

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