Pedraza, en Segovia, es una villa medieval amurallada de pequeño tamaño, pero de gran belleza, en la que es imprescindible callejear para descubrir sus bonitos rincones.
En su recorrido podremos contemplar numerosos
palacios y casas nobles blasonadas que se comenzaron a construir en el siglo XVI y que hoy día tienen un estupendo estado de conservación. Además, aún quedan varios vestigios de su parte defensiva de los siglos XII y XIII como la muralla, la Puerta de la Villa, la barbacana defensiva o el castillo.
Cuenta con tiendas originales y un gran número de
restaurantes en los que poder disfrutar de la gastronomía castellana de la zona.
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Pedraza
Llegar a Pedraza es reconocer a primera vista el sello de identidad tan característico de los pueblos medievales de la provincia de Segovia.
Las que en otro tiempo fueran grandes villas fortificadas con una frenética actividad comercial, ahora se abren al turista como un destino rural de interior que rezuma
historia, sobriedad, gastronomía y un respeto inmenso por la naturaleza.
Desde Madrid, llegaremos en apenas una hora, y su
proximidad a la ciudad de Segovia (tan solo 38 kilómetros) la convierte en un destino adicional ideal para los que se acercan a la ciudad del acueducto, como broche final para su viaje. Pedraza te recibe con sus calles empedradas, su silencio y su aire puro.
Pedraza es una villa muy pequeña, por lo que visitar su conjunto histórico al completo no lleva más de una mañana bien aprovechada.
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Pedraza | Fuente: Flickr Richard Mortel[/caption]
Qué ver
El
castillo fortaleza de Pedraza es, sin duda, uno de los mayores atractivos de la localidad. Su construcción data del siglo XIII, aunque fue reconstruido en el siglo XV. Se encuentra en muy buen estado de conservación, fundamentalmente su torre del homenaje.
La
Playa Mayor es otro de los enclaves más fotografiados de la localidad. Llegar a la plaza es recordar otras plazas como la de
Chinchón o la de Riaza. En su construcción observamos las típicas
casas blasonadas del siglo XVI alrededor de una plaza típica del medievo.
Contigua a la plaza se encuentra la formidable
iglesia románica de San Juan, cuyo interior alberga tesoros del Barroco.
De la plaza sale la calle Real, una vía que permite unir la plaza con la
Puerta de la Villa, coronada con el escudo de la familia Velasco y única entrada y salida de la ciudad. En este recorrido, una parada interesante es la Casa de Pilatos.
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Pedraza | Fuente: Flickr Neticola Sny[/caption]
La noche de las velas
Durante los
dos primeros sábados de julio, Pedraza celebrará en sus calles un evento único y que hace aún más interesante la visita, la
Noche de las Velas de Pedraza. Todas sus calles son adornadas con
55.000 velas, se apagan todas las luces y el pueblo queda iluminado únicamente con ellas, con lo que el aspecto que presenta ante el visitante es simplemente sublime.
Durante estas dos noches se llevan a cabo
los conciertos de las velas, una serie de conciertos de música clásica a la luz de las candelas por músicos del más alto nivel mundial.
Gastronomía
Pedraza es
Tierra de sabor, una localidad rendida al lechazo y al cochinillo, a hornos de leña que se alimentan temprano cada mañana para ir haciendo las brasas.
El
cochinillo segoviano es, hoy por hoy, conocido internacionalmente y cuenta con denominación de garantía desde 2002. Los cochinillos de Segovia son alimentados exclusivamente con leche materna hasta su matanza, lo que asegura que su carne sea tierna y apenas sin grasa. Una comida imprescindible.
Los ríos serranos de las cercanas cumbres aportan a la gastronomía de esta región la receta de la
trucha segoviana. Se suele servir frita y enharinada junto con el acompañamiento de jamón, tocino veteado y chorizo, entre otras cosas.
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Pedraza | Fuente: Flickr Lorenmart[/caption]
El judión, llamado así por su enorme tamaño, es el plato de cuchara por excelencia en Segovia. Se trata de una legumbre muy tierna y sabrosa que tiene sus orígenes en tiempos de Felipe V, ya que su esposa, muy aficionada a los faisanes, trajo esta legumbre de América del Sur para alimentar a los mismos.
Aunque su nombre indique lo contrario, el
ponche segoviano, es un bizcocho de forma rectangular realizado con harina, huevos y azúcar, que una vez rociado con agua y azúcar, se rellena de crema pastelera y se cubre con una capa de mazapán. A pesar de sus ingredientes, es un dulce de textura suave y poco contenido calórico.
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