El
Parque de Los Pinos de Plasencia, también conocido como el
Parque de los Patos es un gran espacio verde que sirve de pulmón a la ciudad y alberga en su interior una gran cantidad de especies botánicas, aves y hasta un museo de esculturas al aire libre. En 1991 fue declarado
Núcleo Zoológico por la Junta de Extremadura.
El Parque de Los Pinos
El
Parque de los Pinos de Plasencia ocupa cinco hectáreas y su peculiar orografía da cobijo a un sinfín de
especies de árboles y animales. Se trata de un parque situado dentro del casco urbano y es uno de los más visitados tanto por placentinos, como por turistas o visitas escolares
Es un lugar perfecto para pasarlo bien con nuestros hijos y dar paseos en los que disfrutarán observando todo tipo de animales y plantas.
En sus inicios, en este área existía un
depósito de aguas. Es en 1918 cuando comienzan a plantarse una serie de pinos y otros árboles ornamentales en la zona de alrededor del depósito de aguas. Finalmente en 1937 el Ayuntamiento de Plasencia crea el
Parque de Los Pinos. Desde ese momento el parque ha ido evolucionando y pasando diferentes fases hasta su declaración en 1991 como
Núcleo Zoológico. Actualmente ha pasado a convertirse en un
ZooBotánico y pretender ser un parque destinado a disfrutar de paseos sin barreras de acceso y en el que el agua tenga el protagonismo.
Biodiversidad
En el
Parque de los Pinos de Plasencia se pueden observar diversas especies tanto botánicas como faunísticas. En él la mayor parte del arbolado está formado por
especies autóctonas de la zona: pinos, encinas, alcornoques entre una gran variedad de especies tanto de árboles como de arbustos.
Pero también alberga árboles de otros continentes como es el caso de la
Sequoya o el
Ginkgo biloba.
Es notable la variedad de aves que el parque posee, entre las que destacan
aves acuáticas como: patos, cisnes, gansos, cigüeñas, garzas o grullas que anidan en los alrededores de las
charcas y estanques que el parque tiene. A lo largo de sus canales y lagos encontraremos además
gansos y cisnes y especies avícolas como flamencos, faisanes y urogallos entre otros.
En el lago encontramos una
casita típica extremeña y un castillo que sirve de refugio a numerosas aves del parque.
También hay que destacar otro tipo de aves como el pavo real, avestruces, emúes y pájaros tropicales. Merece la pena visitar los
terrarios con diferentes especies de
tortugas u observar los
conejos que corretean por el parque.
[caption id="attachment_306276" align="aligncenter" width="700"]

Garceta en un estanque | Fuente: Flickr David Álvarez López[/caption]
Este parque nos ofrece un
entorno único para que los niños se acerquen a la naturaleza sin salir de la ciudad, además de un espacio perfecto para despejar cuerpo y mente.
Al lado del parque podremos encontrar el
Acueducto de Plasencia, uno de los monumentos más característicos de la ciudad.
El Acueducto de Plasencia
El
Acueducto de Plasencia data del S. XVI. Servía para recoger el agua de la sierra del Torno y Cabezabellosa llegando al aljibe del Alcázar. No es de
origen romano, como podríamos pensar en un principio, sino
medieval. En la actualidad tiene un perfecto estado de conservación. Cuenta con 55 arcos en la zona de San Antón y mide unos 300 metros de longitud y 18 metros de altura.
Es conocido como el
Acueducto de San Antón y su nombre se debe a una Ermita de San Antón que se encontraba en la zona. Fue construido aprovechando otro acueducto existente del Siglo XII llamado
Cañada de los Moros.
Por su situación, se encuentra en una
zona verde y amplia con mucha vegetación y merenderos. Debido al crecimiento sin control de las plantas en sus juntas ha hecho que durante años, en las exhibiciones de fuegos artificiales se incendiara.
[caption id="attachment_306268" align="aligncenter" width="700"]

Acueducto de San Antón | Fuente: Web oficial Excursiones Extremadura[/caption]