A pesar de ser un parque joven, y como tal tener una historia corta, el territorio del
Parc de la Torre-roja perteneció durante siglos a una de las haciendas más antiguas y prósperas de
Viladecans centrada en la Torre-roja, a la que necesariamente debemos referirnos.
La Torre-roja fue, durante siglos, una señoría jurisdiccional (la
Quadra Burguesa), que tenía territorio propio y era independiente de Viladecans y de San Clemente. Sus habitantes pagaban cánones a los señores por el usufructo de las tierras, al frente de las cuales, un alcalde administraba bienes y rentas en nombre del señor. Hay un listado con nombres de alcaldes a partir de 1529. Desde mediados del siglo XIX, los habitantes de la Quadra Burguesa quedaron definitivamente incorporados en Viladecans.

La
Torre-roja (llamada así por el color rojo de sus piedras) ha tomado en diferentes ocasiones el nombre de sus señores. Los más antiguos se citan en un pergamino de 1527 que trata de una venta de la torre Burguesa o Roja, donde dice que la casa en otro tiempo se llamaba na Sancha y torre Marcusa. La torre Marcusa fue propiedad de los herederos de
Bernat Marcús, un poderoso banquero y mercader de Barcelona, que murió en 1166. Entre los siglos XIII y XVI, la finca fue de los Burgués (en 1265,
Jaime I concedió a
Guillermo Burgués la jurisdicción civil y criminal de las villas de Gavà y Viladecans) y tomó el nombre de torre Burguesa.
Características arquitectónicas
La edificación más relevante del conjunto que forma la Torre-roja es la esbelta
torre central de origen medieval. Tiene planta cuadrada y cuatro pisos de altura, con una ventana triforadas gótica en el primer piso. En tres de las cuatro caras presenta un pequeño matacán, y coronan el conjunto una serie de almenas. Desde arriba se domina un extenso territorio. La puerta principal da acceso al moderno palacio (finales del siglo XIX y principios del XX) construido a su alrededor y en el patio central porticado, con arcos de medio punto.
La Torre-roja es un magnífico edificio que flanquea la entrada al parque. A su lado, una bella
escultura de bronce "el guante de béisbol" rinde homenaje a los jugadores de este deporte implantado con fuerza en Viladecans.
A partir de las avenidas con árboles y del pinar preexistentes, el parque responde a la demanda de nuevos
espacios verdes. La avenida de la Torre-roja, bordeada por hileras de plátanos, es el paseo central, el elemento integrador de los diferentes espacios situados a ambos lados, y el camino para llegar a la
zona de equipamientos.

Información de servicio
Lugar de interés histórico, vegetación singular, escultura, vista panorámica, fuentes de agua potable, áreas de juegos infantiles y de picnic, juegos gimnásticos, un campo de fútbol y otro de béisbol, piscina municipal Joan Masgrau. Además, se puede comer en la cafetería o en el restaurante.
Consulta más
Planes en Familia en Barcelona